IGP Capón de Vilalba

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El IGP Capón de Vilalba es un producto gastronómico de alta calidad y reconocimiento en España. Se trata de un ave de corral criada en la comarca de Vilalba, en la provincia de Lugo, Galicia. Este capón se caracteriza por su carne tierna y jugosa, así como por su sabor intenso y delicado.

Información de la IGP Capón de Vilalba

El IGP Capón de Vilalba es un producto protegido por la Indicación Geográfica Protegida (IGP), lo que garantiza su origen y calidad. Esta denominación se otorga a aquellos productos agrícolas y alimentarios cuyas características están ligadas a un área geográfica específica y cuya producción, transformación y elaboración se realizan en dicha zona.

El capón es un ave que se obtiene mediante la castración del gallo antes de que alcance la madurez sexual. Esta práctica se realiza para mejorar la calidad de la carne, ya que al eliminar la producción de hormonas sexuales, se consigue una carne más tierna y sabrosa. El capón de Vilalba se cría en condiciones óptimas, en granjas donde se cuida su alimentación y bienestar.

El proceso de cría del capón de Vilalba se inicia con la selección de los animales, que deben cumplir con unos estándares de calidad establecidos. A continuación, se realiza la castración de los gallos, un proceso que debe ser realizado por personal cualificado y siguiendo las normas establecidas.

Una vez castrados, los capones se crían en libertad, en espacios amplios y con una alimentación basada en cereales y productos naturales. Esto contribuye a que su carne adquiera el sabor y la textura característicos del IGP Capón de Vilalba.

El tiempo de cría del capón de Vilalba oscila entre los 120 y los 180 días, dependiendo del tamaño y la calidad del animal. Durante este período, se realiza un seguimiento exhaustivo de su crecimiento y desarrollo, garantizando así la calidad del producto final.

Una vez alcanzada la madurez, los capones son sacrificados en mataderos autorizados, donde se lleva a cabo un proceso de faenado y despiece. La carne obtenida se caracteriza por su color blanco y su textura suave, así como por su bajo contenido en grasa.

El IGP Capón de Vilalba se comercializa tanto en fresco como en productos elaborados, como embutidos y conservas. Su calidad y sabor únicos lo convierten en un producto muy apreciado tanto por los consumidores como por los profesionales de la gastronomía.

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