IG Orujo de Galicia

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El IG Orujo de Galicia es una indicación geográfica que garantiza la calidad y el origen de los orujos producidos en la comunidad autónoma de Galicia, en el noroeste de España. Este distintivo protege y promueve una tradición centenaria en la elaboración de esta bebida espirituosa, que se obtiene a partir de los residuos sólidos de la uva después de la fermentación y extracción del mosto para la producción de vino.

La IG Orujo de Galicia se estableció en el año 1989 con el objetivo de proteger y promover la producción de orujos de calidad en la región. Esta indicación geográfica garantiza que el orujo se produce siguiendo unos estándares de calidad y respetando las técnicas tradicionales de elaboración. Además, también asegura que los ingredientes utilizados son de origen gallego, lo que contribuye a la promoción y valorización de los productos locales.

La producción de orujo en Galicia tiene una larga tradición que se remonta a siglos atrás. Esta bebida espirituosa se elabora a partir de los residuos sólidos de la uva, como las pieles, las semillas y los tallos, que se fermentan para obtener un mosto que posteriormente se destila. El resultado es un licor de alta graduación alcohólica, que puede oscilar entre los 40 y los 60 grados, y que se caracteriza por su sabor intenso y su aroma característico.

La IG Orujo de Galicia no solo garantiza la calidad y el origen de esta bebida, sino que también promueve el desarrollo económico y turístico de la región. Gracias a este distintivo, los productores de orujo gallego pueden diferenciarse en el mercado y ofrecer a los consumidores un producto único y auténtico. Además, la IG Orujo de Galicia también fomenta el enoturismo, ya que invita a los visitantes a descubrir los viñedos y las bodegas donde se elabora esta bebida tradicional.

Para obtener la denominación de origen IG Orujo de Galicia, los productores deben cumplir una serie de requisitos establecidos por el Consejo Regulador de esta indicación geográfica. Entre ellos, se encuentra el uso de variedades de uva autóctonas de Galicia, como la albariño, la mencía o la godello, así como la destilación en alambiques tradicionales de cobre. Además, también se exige un periodo mínimo de envejecimiento en barricas de roble, que puede variar en función del tipo de orujo.

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