El reciente acuerdo político sobre la propuesta del nuevo reglamento de indicaciones geográficas marca un punto de inflexión en la regulación existente sobre las menciones de calidad. Este nuevo marco legal unificado y modernizado potenciará la protección de los alimentos de calidad de la UE y mejorará las retribuciones de agricultores y ganaderos.
Un largo camino hacia el cambio
La esencia de esta nueva normativa radica en que ahora se amalgama toda la regulación que antes se encontraba dispersa en diferentes documentos. Unifica los procedimientos administrativos y la protección jurídica de las formas de calidad de las indicaciones geográficas. Pero, ¿por qué es tan relevante?
Durante más de año y medio, este proceso de negociación ha sido una prioridad para la UE, con España desempeñando un papel fundamental. Además de ostentar la presidencia del Consejo de la UE durante este periodo, España lideró el «Grupo de amigos de las indicaciones geográficas». España ha demostrado su compromiso con la calidad y la autenticidad en el ámbito alimentario.
Las figuras de calidad
El ministro Luis Planas ha destacado el valor diferencial de los productos agroalimentarios europeos. Estas figuras de calidad diferenciada representan calidad, tradición y origen geográfico que define la esencia de un producto.
Dentro de la UE, contamos con 3.626 indicaciones de calidad, entre las que destacan: Denominación de Origen Protegida (DOP), Indicación Geográfica Protegida (IGP) y Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG). La producción total alcanza los 80.000 millones de euros y España se posiciona como el tercer país con más indicaciones geográficas, superada únicamente por Italia y Francia.
Innovaciones del reglamento
En esta era digital, la protección de indicaciones geográficas toma una nueva dimensión. Por primera vez, la protección se extiende al mercado online, cubriendo no solo el mercado de Internet sino también los nombres de dominio. ¡Esto garantiza una protección integral para las indicaciones geográficas!
Además, el reglamento introduce la posibilidad de que las indicaciones geográficas reflejen la sostenibilidad de los productos. Es decir, podremos saber si un producto ha sido elaborado bajo prácticas sostenibles, ya sea medioambiental, social, económico o de bienestar animal.
Por otro lado, un alimento procesado podrá lucir con orgullo en su etiquetado la mención de una indicación geográfica, fomentando la transparencia hacia el consumidor y fortaleciendo la identidad del producto.
Especialidades tradicionales garantizadas (ETG)
En esta sección, se ha aprobado la incorporación de Agrupaciones de Productores, estandarizando los procedimientos administrativos y el sistema de control oficial. Esta medida fortalece la unidad en la garantía de calidad de los productos bajo esta denominación.
El nuevo reglamento de indicaciones geográficas es un paso firme hacia la protección, modernización y valorización de los productos de calidad de la UE. Reconoce el trabajo, tradición y esfuerzo de miles de productores que ofrecen lo mejor al consumidor. ¿Qué opinas sobre este cambio en el panorama agroalimentario europeo?
