La Denominación de Origen Protegida ‘Poniente de Granada’ se lanza a una nueva temporada oleíca con el firme propósito de mantener su herencia de excelencia, aun enfrentándose a desafíos como la sequía y los ajustes en las ayudas europeas. Esta región, que ya es sinónimo de un aceite de oliva virgen extra (AOVE) de categoría superior, planea mantener su producción en 15.000 toneladas, replicando así el volumen alcanzado el año anterior.
Entre la tradición y la modernidad
No es ninguna novedad que el Poniente de Granada es un bastión de la olivicultura, con sus 7.500 agricultores, 16 municipios y 71.000 hectáreas de olivar. Lo que realmente asombra es cómo este entramado humano ha sabido compaginar métodos tradicionales con las últimas innovaciones para sobreponerse a los vaivenes de la naturaleza y del mercado.
Adaptación y compromiso
- Innovación en el cultivo: El sector ha implementado técnicas agrícolas avanzadas que maximizan la eficiencia del agua y nutrición de los olivos.
- Formación continua: Se han impulsado programas de capacitación para que los productores estén al día con las mejores prácticas en el cultivo y la producción del AOVE.
- Compromiso ambiental: La sostenibilidad no es solo una palabra de moda, sino una realidad tangible en cada uno de los procedimientos que se llevan a cabo en los olivares y almazaras del Poniente de Granada.
El resultado es un aceite con una personalidad única, que no solo cumple con los estándares de calidad más exigentes, sino que también refleja el compromiso de una región entera con la preservación del medio ambiente y el desarrollo rural.
Un AOVE con carácter
El AOVE Poniente de Granada se distingue por ser un reflejo fiel de su terruño. Cada gota es una historia de dedicación y pasión, extraída de variedades como la Hojiblanca, Picual, Picudo, entre otras, que brindan un perfil sensorial robusto y equilibrado. Este aceite no solo enriquece cualquier plato con su potente frutado y su aroma profundo, sino que también aporta un valor añadido a la gastronomía y la salud de quien lo consume.
La calidad del AOVE Poniente de Granada es inconfundible: su proceso de elaboración cuida cada detalle, desde el cultivo hasta la extracción, asegurando así un producto final de excelencia. Es esta meticulosidad la que permite que su aceite de oliva virgen extra sea más que un ingrediente; es un estandarte de la cultura y la identidad granadinas.
La Denominación de Origen Protegida Poniente de Granada no es solo un sello, es un compromiso con la calidad y la sostenibilidad, donde cada gota de su preciado AOVE es testimonio de una tradición milenaria que se proyecta con firmeza hacia el futuro.
