Qué requisitos debe cumplir un producto para obtener la denominación de origen

Qué requisitos debe cumplir un producto para obtener la denominación de origen
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Para que un producto obtenga una denominación de origen en España, debe demostrar una calidad y características que lo distinguen debido a su origen geográfico y a su método de producción, transformación y elaboración. Esta peculiaridad geográfica aporta a los productos un valor añadido y una identidad única que los diferencia en el mercado. Pero, ¿cómo se traduce esto en términos prácticos? Aquí desgranamos los requisitos.

Vínculo con el medio geográfico

El producto debe tener un vínculo reconocido con un área geográfica concreta. Esto significa que el producto se produce, procesa y prepara en una área específica, usando métodos tradicionales. Esta región es vital ya que le confiere al producto sus cualidades específicas.

Por ejemplo, el jamón de Jabugo es famoso no solo por las técnicas de curado, sino también por las condiciones climáticas de la región de Huelva donde se produce.

Reputación establecida

La fama no se consigue de la noche a la mañana. La reputación de un producto con denominación de origen se forja con el tiempo. Es esencial que tenga un reconocimiento por parte del público y que esté asociado a un área geográfica determinada por su calidad, reputación u otras características.

El cava, por ejemplo, es un espumoso que muchos asocian con ciertas regiones de España como el Penedès, gracias a su larga historia y calidad constante.

Métodos de producción

No basta con tener un origen geográfico y una reputación. Es crucial que el producto se elabore siguiendo métodos de producción específicos que garanticen su calidad y características únicas.

  1. Métodos tradicionales: Estos suelen basarse en técnicas pasadas de generación en generación, que han demostrado su eficacia y contribuyen al sabor, textura y otros atributos del producto.
  2. Control de calidad: Debe existir un organismo o entidad que supervise y asegure que cada producto cumple con los estándares de calidad requeridos. Así, el consumidor tiene la garantía de que está adquiriendo algo genuino.
  3. Trazabilidad: Es vital poder rastrear el producto desde su origen hasta el consumidor. Esto garantiza que todo el proceso se ha llevado a cabo siguiendo los protocolos y en el área geográfica correspondiente.

Ahora, conociendo los pilares básicos, podrías estar pensando, «vale, pero ¿cómo se solicita y quién regula todo esto?».

Proceso de solicitud y regulación

Primero, la solicitud debe ser presentada por un grupo representativo de productores de la región en cuestión. Por lo general, se trata de asociaciones o cooperativas que representan a los productores de un producto específico.

Segundo, esta solicitud se revisa por la autoridad competente en la comunidad autónoma donde se produce el bien. Si cumple con todos los requisitos, se elabora un pliego de condiciones que detalla todo: desde el área geográfica hasta los métodos de producción.

Finalmente, la última palabra la tiene el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en España. Tras una revisión minuciosa, otorgan (o no) la preciada denominación de origen.

Los productos con esta denominación están protegidos y cuentan con un sello distintivo que los identifica. Pero, ojo, este reconocimiento no es eterno. Se revisa regularmente para asegurarse de que siguen cumpliendo con los estándares.

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